Instituto para la calidad de las ONG – ICONG
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Instituto para la calidad de las ONG
Compromiso con las personas. Innovación en las organizaciones
La transposición de los conceptos de Calidad Total renovaba y fortalecía los Servicios Sociales. Era una innovación que empecé a aplicar en mi trabajo. Escribí mi primer artículo sobre el tema en la revista de Servicios Sociales del Consell de Mallorca y tuvo buena acogida. Desde aquel momento me interesé cada vez más y empecé a hacer una formación personal como Auditor de Calidad, según el programa acreditado de la certificadora TÜV Rheinland. Después seguí desarrollando las ideas sobre gestión de calidad de los servicios sociales a través de la entidad Intress , des de la cual impulsamos el proyecto ONGCONCALIDAD.
La idea, expresada en un libro que publicamos mediante una subvención del Ministerio, fue bien acogida . Entonces un grupo de entidades relevantes entre las que destacaban la Feaps, Cruz Roja, Secretariado General Gitano y otras, empezamos a concretar el proyecto que después acabó introduciéndose en la vida de muchas entidades no lucrativas.
Por aquel entonces las ONG de Servicios sociales teníamos muy buena reputación por nuestra capacidad de compromiso con nuestra misión, pero no tanto por nuestra gestión. En un mundo en el que cada vez se exigían mas requisitos y resultados para contratar servicios con la administración, nos pareció que un sello de calidad fortalecería nuestro sector.
Después de 10 años del inicio del proyecto podemos decir que ONGCONCALIDAD es una buena herramienta para mejorar las organizaciones, grandes y pequeñas, y es un buen primer paso para caminar hacia sistema de gestión de calidad, de medioambiente y de riesgos laborales.
En paralelo, a partir del año 2002 un grupo de Organizaciones comenzaron a trabajar en la elaboración de un intento de Norma específica para las ONG.
La conjunción de ambas actuaciones conllevaba a la creación de una nueva entidad con estructura jurídica independiente que pudiera realizar la Certificación de la Norma ONG con calidad, previa su acreditación por parte de la ENAC y pudiera asumir, en un futuro, las actuaciones de la POAS.
El camino para llegar a la creación del ICONG no fue nada fácil, había que convencer a Organizaciones integradas en la POAS y otras ajenas a que participaran en un proyecto para el que se vislumbraba un futuro incierto y había que convencer a la Administración para que lo apoyara lo que, al principio tuvo algún rechazo, aunque después se lograra el reconocimiento para aceptar la Norma ONG Con Calidad y, aquí tengo que llegar al personalismo en estos recuerdos acerca de la creación del ICONG. Nos tocó asumir esa tarea a Paulino Azúa, Director General de FEAPS en esos momentos, entidad pionera en la cultura de la calidad entre las ONG y a mí mismo como Presidente de la POAS.
En primer lugar, convencer a las entidades integradas en esta última, en particular a las de mayor peso económico, Cruz Roja Española, ONCE y Cáritas puesto que se preveía unos primeros años de gestión deficitaria y había que comprometerlas a que ayudaran al sostenimiento; después a la Administración, la Secretaría de Estado de Servicios Sociales, pero con la eficaz colaboración del entonces Presidente de INTRESS, Jaume Garau, también conseguimos convencerles y, así llegar a la constitución formal del ICONG en abril de 2008 en la sede de Cruz Roja Española con asistencia de los máximos representantes de las entidades participantes en el proyecto.
Pero no contábamos con que, a partir de 2008, se nos venía encima una crisis económica que daba lugar a que la mayoría de las ONG tuvieran que recortar gastos para sobrevivir y nuestras ideas de conseguir realizar un número, en realidad no muy elevado, de certificaciones no se hiciera realidad con su reflejo en unos resultados negativos que han conducido a la actual reordenación de las actividades del ICONG.
Queridos amigos, desde mi retiro por la edad, os deseo que seáis capaces de seguir con el objetivo de llevar la cultura de la calidad en las ONG a los máximos logros y que algún día la Norma ONG con Calidad tenga un reconocimiento efectivo para que se cumpla el fin con que trabajamos en ese campo, la defensa de los derechos de las personas más vulnerables de la sociedad.
Precisamente, por esa afortunada implicación he sido actor/testigo, junto con compañeros y compañeras fantásticas de otras plataformas y ONG, de los capítulos de un relato casi novelesco acerca de cómo se fue extendiendo la cultura de la mejora continua y del cambio en el Tercer Sector de Acción Social y de cómo fruto de ello nació y creció el ICONG. Así, mi participación se ha centrado principalmente:
- En la elaboración de la Norma ONG CON CALIDAD (así se llamó en un principio), liderada por INTRESS, en su versión primera. Tuvimos la osadía de meterle alma y calidez “oenegeística” a una Norma de Calidad que por definición es hipertécnica y fría. Discutimos y redactamos un conjunto de valores que daban sentido a los criterios, los procesos y los procedimientos desarrollados –ahí me tocó aportar saliva, ideas y tinta-. Posteriormente, se han hecho distintas revisiones hasta la versión quinta actual en las que también he podido participar. El ICONG es la entidad gestora de la norma.
- En la elaboración y puesta en marcha del Plan Estratégico para el Fomento de la Calidad de las ONG, y con la comparecencia del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, se dio respuesta al Acuerdo del Consejo Estatal de ONG de Acción Social del 11 de febrero de 2002. En este Plan se adoptaron ya estrategias de sensibilización y comunicación, formación, apoyo técnico, reconocimiento, estructura y financiación. Ya se contaba con la Norma. A FEAPS le tocó adoptar el papel de coordinar los trabajos de elaboración del Plan. Recuerdo ese proceso como uno de los primeros en los que ONG tan distintas como Cruz Roja, Cáritas, Mujeres Progresistas, Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, CEAR, Secretariado Gitano o FEAPS, se ponían a trabajar en un proceso colaborativo de alcance de manera absolutamente generosa, aportando todo el conocimiento de que disponían.
- En la creación del ICONG. Fruto de los dos procesos anteriores (Norma y despliegue del Plan de Fomento de la Calidad), se vio la necesidad de crear un ente que pudiera gestionar y continuar con la tarea principal que se había dado el Tercer Sector: extender la cultura y la práctica de la calidad en las ONG. Nos dijimos: “no basta con hacer el bien, el bien hay que hacerlo bien: dependen muchas vidas de ello”.
Contribuí en marzo de 2007 a la redacción de los fines de los Estatutos del ICONG. También tuve la suerte de participar –esas son las cosas que más me gustan- en el Primer Seminario Estratégico del ICONG, dinamizando la contribución a un diagnóstico acerca de la situación de la calidad en las ONG en aquel momento. Se celebró el 27 de marzo de 2008. El ICONG es una de las expresiones positivas de que hay parcelas inequívocas de proyecto común que el Tercer Sector comparte.
- También he tenido la oportunidad de presentar al ICONG, por ejemplo en la Taula de Valencia, en noviembre de 2008, a través de una ponencia sobre el presente y futuro de la calidad en el Tercer Sector, o en la Jornada de presentación del Instituto en el Hub de Madrid en noviembre de 2011.
- Pero el hito en el que más he disfrutado y lo sigo haciendo es en el Comité de Desarrollo Técnico e Innovación (CDTI) del ICONG. Contribuí a su creación desde el principio en 2011 y, desde entonces, tengo la oportunidad de coordinarlo. El CDTI ha desarrollado cosas innovadoras de manera innovadora. El ICONG necesitaba “desparramar”, tener un espacio en el que todo está permitido para aportar proyectos, productos y resultados, pensando siempre en los destinatarios de las ONG, que de otra manera no podrían haber nacido. Por ejemplo, el documento sobre las claves de éxito y de fracaso en las Políticas y Estrategias, el documento sobre la gestión de personas, el proyecto inacabado de “Artesanos en Valores”, la Taxonomía del Tercer Sector, el taller sobre competencias emocionales de los líderes de las organizaciones “Lo que el miedo se llevó”…
Lo importante es que, después de tantos y tantos episodios, ahora nadie discute que hay que gestionar las ONG y sus proyectos con criterios de calidad, con aprendizaje permanente, con propuestas innovadoras y con eficiencia, en un marco de ética y valores con orientación a las personas y a la transformación social.
Es un relato hermoso –aunque yo no lo sepa relatar-, una novela en la que he disfrutado con su acción, he aprendido enormemente con sus experiencias y me he sentido querido y he ido queriendo más de lo que yo mismo me imagino a sus personajes. Personajes que, muchos, por la sonoridad de sus nombres, bien podrían serlo de las obras de D. Benito Pérez Galdós o de D. Gabriel García Márquez. Impresionante: Calixto Plumed, Jaume Garau, Patricia Bezunartea, Juan Fernando Domingo, Francisco Salinas, Paulino Azúa, María Jesús Manovel, Carla L. Adrover, Marta Klecker, Adelaida Díaz, Ana Santa, J. Miguel Alonso Caminero, Paco Cánovas, Javier Tamarit, Jaime Caballero, Carlos Cordero, Enrique Galván, Fabiola Gómez… Sirva la mención de estos insignes personajes para representar a un colectivo mucho mayor, con protagonistas tan importantes como ellos, que no me puedo permitir nombrar por la lógica limitación de espacio de esta contribución.
Finalizo con el deseo de que, ahora y en el futuro, el ICONG sea considerado, reconocido y utilizado por el propio Tercer Sector como una de las piezas de progreso y de renovación de los sistemas de gestión y de desarrollo organizacional principales. Así sea.
Como nos pide el propio Jesús, debemos dar de comer al hambriento y de beber al sediento, debemos hospedar al forastero y vestir al desnudo... Algo que Cáritas ha tenido claro desde su origen. La organización caritativa de la Iglesia católica ha estado siempre al lado de los más débiles y pobres, se ha hecho presente en las periferias de nuestras ciudades y, sobre todo en tiempos de dificultad, se ha convertido en un actor clave de nuestra sociedad.
Cuando era arzobispo de Valencia, surgió la posibilidad de certificar la labor que realizaba Cáritas diocesana con el Instituto para la Calidad de las ONG (ICONG), que ahora cumple diez años. Nos sumamos a esta iniciativa, que estaba empezando a andar, con el convencimiento de que era y es clave mejorar la gestión, así como avanzar en transparencia y profesionalidad, sin perder nunca de referencia a las personas vulnerables que se atiende.
Quisiera aprovechar estas líneas para felicitar por su aniversario al instituto y a quienes han conseguido que sea hoy una brillante realidad. Encomiendo al Señor su tarea, con el deseo de que cada vez más entidades sociales se sumen a ICONG y juntos seamos capaces de construir un mundo sin descartados.
10 años de ICONG: por Paulino Azua
El próximo mes de octubre se cumplirán diez años de la creación del ICONG. En términos generales no puede decirse que diez años sea un período muy largo, pero para una organización, es un marco temporal suficiente como para haber acumulado un buen paquete de experiencias y sinsabores, pero también de vivencias y momentos positivos.En realidad, la historia comienza unos años antes, cuando en el seno del Consejo Estatal de Acción Social se crea un grupo de trabajo que elabora un Plan Estratégico sobre la calidad en el tercer sector de acción social en el que se incluye la propuesta de creación de una entidad que, de manera específica, se pueda dedicar al fomento y la implantación de la calidad en las ONG. No estoy seguro de las fechas, pero creo recordar que este Plan surge a partir de 2002. Seis años, hasta 2008, de “calentamiento” hasta que le proyecto se convierte en realidad y se crea formalmente el ICONG.
El Instituto se convierte en el brazo armado de la Plataforma de ONG de Acción Social para fomentar la calidad en las organizaciones. Pues bien, nos encontramos con un Director General en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que no entendía este proyecto porque (cito textualmente) “Si a la Plataforma de ONG se le quita el ámbito de la calidad, ¿qué le queda? Se queda sin contenido”. Vamos, una perla.
Este proyecto surge antes de la crisis que se llevó por delante a bastantes ONG y que provocó que una buena mayoría de las existentes se preocupara más de subsistir -bastante tenían con ello- que de adentrarse en nuevos programas que suponían dedicar nuevas energías y algún que otro recurso, para lo que carecían de medios suficientes.
A pesar de ello, el ICONG ha salidos adelante y hoy tiene una presencia firme en el sector, gracias al esfuerzo de diversos profesionales de distintas organizaciones y de Ana y Fabiola que han creído y creen que el bien/estar de las personas hay que hacerlo bien, que el “todo vale” no es de recibo y que el fin no justifica los medios.
10 años de ICONG: por Salomé Adroher
Durante los años 2012 a 2016 tuve el honor de servir a España, y sobre todo a muchos españoles y extranjeros que viven en nuestro país en situación de vulnerabilidad, como Directora General de Servicios para la Familia y la Infancia en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Fue un paréntesis en una trayectoria profesional exclusivamente docente e investigadora en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid en la que trabajo desde 1984.Conocía el Tercer Sector como voluntaria y por algunas colaboraciones académicas que había hecho con diversas entidades, pero la Dirección General me permitió acercarme a muchísimas organizaciones grandes, medianas y pequeñas que, día a día, están tejiendo en nuestro país la cohesión social, sabiendo llegar las primeras cuando aparece una nueva necesidad o urgencia en las personas; pude conocer y defender su sistema de financiación desde las Administraciones, y finalmente asistí y participé en la articulación en la interlocución del Tercer Sector con el Gobierno.
Grandes aprendizajes, agradecimiento “por tanto bien recibido”, pero sobre todo por tantas personas que lideran o trabajan (muchas como voluntarias) en este sector imprescindible en nuestro país y a las que esta etapa me dio la oportunidad de conocer e incluso de establecer vínculos de cariño y amistad.
Y en este contexto, supe de la autocrítica del sector en diversos documentos hacia el impacto social de sus programas, la transparencia en sus procedimientos y la actitud colaborativa entre entidades, gracias al ICONG de la mano de mi, ya amigo, Paulino Azua. Una iniciativa que surgió del propio sector preocupado por trabajar cada vez “más y mejor” en favor de los más desfavorecidos. Por eso, me sumo a este aniversario con el deseo de que esa tensión de no caer en la autocomplacencia y de apostar por la calidad siga viva y creciendo.
10 años de ICONG: por Elena Rodríguez
El ICONG es eso que va pasando mientras el sector está en otras cosas. Espero que esta frase, clara e intencionadamente versionada de la de John Lennon, no se considere un gesto trasnochado, sino todo lo contrario. Quizá de tenacidad y constancia. Cuando me encontré con ICONG por primera vez, acababa de entrar a trabajar en la Plataforma del Tercer Sector y no me extrañó en absoluto esa relación de colaboración que leí en el convenio. Pensé que eran piezas del mismo engranaje. En el deseo de fortalecer el Tercer Sector está implícita la aspiración de mejorar cada día y superar la satisfacción de los logros. Una razón que nos une y pronostica muchos años de trabajo en común. Tras el encuentro llegó el trabajo y tras el trabajo, el conocimiento. Hoy, además puedo añadir que tras el conocimiento, la felicitación. Y no sólo porque sea un logro haber cumplido la primera década, que lo es, sino porque junto a la ratificación del trabajo que realizan y la necesidad de que se permeabilice en el sector, existe un componente fundamental sobre el que sólo puedo verter alabanzas. Nada de esto hubiera ocurrido sin el compromiso y pasión de las personas que han liderado el proyecto y que, al menos en la etapa que yo he conocido, han sabido poner el sello de la calidad y la calidez. Mientras el Tercer Sector se afana en sus tareas, el ICONG se entrena para sacar músculo. ¿Por qué conformarnos con lo mismo? ¿Por qué malgastar nuestro esfuerzo si podemos aprovecharlo al máximo?, ¿por qué renunciar a otras posibilidades? Harían falta muchas reuniones de galletas, cañas y boquerones para agotar el tema. De momento, me limito a provocar el interés por saber cómo estaremos dentro de otros diez años de trabajo por la calidad y la innovación de las organizaciones y el compromiso hacia las personas. Enhorabuena desde la Plataforma del Tercer Sector.10 años de ICONG: por Marisa Gómez
El Instituto para la Calidad de las ONG (ICONG) cumple 10 años. Su creación respondió a una necesidad identificada de generar procesos de calidad en las ONG con una idiosincrasia propia. Desde la Plataforma de ONG de Acción Social hemos estado acompañando al ICONG desde sus orígenes por la certeza de que sólo acompañando nuestros servicios con la máxima calidad podremos generar las dinámicas de eficacia, participación y transparencia que las personas que más lo necesitan requieren. Efectivamente, nuestros datos de acompañamiento previos a la creación del ICONG en procesos de mejora de la calidad constataban una demanda clara: más de 918 profesionales formados, 45 servicios de acompañamiento y el primer Congreso sobre Calidad y Servicios Sociales que reunió a más de 180 personas y que se celebró en el año 2005. Yo hoy echando la vista atrás me siento un poco orgullosa de haber contribuido a la formación de estos profesionales que hoy son el referente de la calidad en muchas organizaciones del Tercer Sector Social y creo que, en estos 10 años, deberíamos reconocer el incansable esfuerzo de los profesionales de la calidad en asegurar a las organizaciones la eficacia a largo plazo y garantizar su integridad. Con el tiempo hemos aprendido que un buen proyecto depende, no solo de la necesidad detectada y las relaciones que se generen con los actores clave, sino también, y sobre todo, de la personas que lo pilotan y de la red de profesionales que tejen. Este ha sido siempre un objetivo y consecuencia del ICONG y espero que siga siéndolo y poder seguir acompañando y aprendiendo de estos maravillosos profesionales que tan necesarios son en nuestro sector . ¡¡¡¡Felicidades ICONG¡¡¡¡10 años de ICONG: por Miryam García de Muro
Los buenos valores y principios éticos quedan en el olvido si no se difunden. Con esta intención llegué a ICONG hace dos años sin saber que esta experiencia me marcaría para siempre. Mi nombre es Miryam, soy periodista y fui la voluntaria más joven del Instituto para la Calidad de las ONG. Cuando solicité el puesto de becaria de comunicación, desconocía el Tercer Sector. Afortunadamente, Ana y Fabiola me enseñaron que no tiene nada de terciario, de hecho, para muchas personas es la primera opción para desarrollar una vida digna. Tras varias semanas de aprendizaje, tomé conciencia de la importancia de la comunicación en una entidad como esta. Las buenas prácticas son indispensables en cualquier profesión, pero especialmente en aquella que gestiona la necesidad y la solidaridad. Por lo que, con la ayuda de mis tutoras, planificamos un calendario para difundir la labor de ICONG -y sus organizaciones en proceso de formación- en las redes sociales más usadas en España: Facebook, Instagram y Twitter. También fue indispensable presentar al mundo el I Certamen Reconociendo Calidad, un evento que premia las buenas prácticas de las ONGs y refuerza el aprendizaje de metodologías de trabajo. La creación de una base de datos con contactos interesados en el Tercer Sector fue el paso previo al envío masivo de nuestra Newsletter. Llamadas a medios de comunicación, junto al envío de notas de prensa, fueron los siguientes pasos lógicos para dar visibilidad al trabajo que realiza ICONG. Después de meses de organización, por fin llegó el esperado encuentro. Una sala de conferencias situada en el Parque del Buen Retiro fue el lugar escogido para reunir a personas maravillosas con historias de esfuerzo y superación inmejorables. Mis conocimientos audiovisuales no eran muy avanzados por entonces, pero no quise perder la oportunidad de capturar con mi cámara todo lo que allí acontencía. Han pasado dos años y aún recuerdo todos los consejos de Ana Santa y Fabiola Gómez, la planificación exhaustiva del trabajo, el cariño y la ilusión de los/las responsables y voluntarios/as de cada ONG y, como no, la importancia de "La Norma ONG Calidad", un manual con toda la información indispensable para gestionar con calidad una organización de carácter social. Todo esfuerzo tiene su recompensa, y por eso ICONG cumple 10 maravillosos años. Solo me queda desear lo mejor a esta entidad, capaz de transformar un servicio de auditoría en una fuente de mejora para el Tercer Sector de España.