Hablamos con ASPAYM: “Implantar un sistema de calidad nos ha ayudado a conocernos y a sentar las bases para una mejora continua”
En lo que va de 2020, ICONG ha desarrollado varios programas, como “Apoyo para la mejora de la gestión y de la calidad” y que está subvencionado por el MSCBS. Este programa comprende varios proyectos que, mano a mano con entidades sociales, ofrece capacitación en herramientas avanzadas que permitan planificar y desarrollar su sistema de gestión de calidad.
Una de las entidades participantes en este año 2020 fue la Asociación ASPAYM, que formó parte del proyecto “Planes 1”, del grupo de Zaragoza.
La Asociación ASPAYM trabaja desde 1979 para mejorar la calidad de vida de las personas con lesión medular y otras discapacidades físicas, así como de los familiares y/o allegados.
En los últimos 2 años han querido actualizarse y ponerse al día con las circunstancias actuales. Para ello han llevado a cabo un plan de mejora que se ha basado principalmente en 2 pilares:
- Aumentar los servicios para los socios y mejorar los que ya ofrecen
- Ser más eficientes a la hora de captar recursos económicos
Hemos hablado con ellos para que nos cuenten de primera mano qué ha sido para ellos este trabajo de mejora realizado con ICONG y cómo ha afectado a su entidad. ¡No te pierdas esta experiencia tan enriquecedora!
ICONG: ¿En qué ha consistido este plan de mejora que habéis puesto en marcha dentro del programa APOYO de ICONG?
ASPAYM:
Hemos querido empezar a buscar financiación privada y llamar a puertas que nos permitan mejorar la captación de recursos económicos y poner a disposición de nuestros socios nuevos servicios y apoyos. De esta manera cumplimos nuestros objetivos como asociación, pudiendo ofrecer a nuestros socios una mejora en su calidad de vida.
Nosotros trabajamos, por ejemplo, con personas que tienen muchas dificultades para determinadas tareas de su rutina diaria, como asearse, levantarse, o hacer gestiones. Cuantos más servicios y apoyo les demos, más independencia tendrán y así logramos nuestro fin.
¿Qué dificultades habéis encontrado a la hora de llevar a cabo estas mejoras?
Encontramos dos problemas fundamentales, el primero fue darnos cuenta de la dificultad del trabajo conjunto con otras asociaciones. Al final perseguimos el mismo objetivo, que es mejorar la vida de las personas con un alto grado de dependencia, y creemos que aunando esfuerzos podríamos hacer nuestro trabajo mucho mejor.
En segundo lugar, nos dimos cuenta de que, para mejorar nuestros servicios teníamos que tener más en cuenta la figura del voluntariado. No lo estábamos explotando y nos parece fundamental.
Para solucionarlo hemos entrado en la Plataforma del Voluntariado de la Comunidad Valenciana y hemos contactado con otras asociaciones para hacer proyectos en común.
¿Cómo habéis sobrellevado estas dificultades?
Muchas veces es cuestión de una llamada telefónica y un contacto personal. A veces tenemos prejuicios antes de empezar un nuevo proyecto porque piensas que no va a salir, o que puede haber muchas dificultades y al final es cuestión de intentarlo.
Si lo intentas al final se consiguen las cosas, aunque sea poco a poco.
¿Con qué os quedaríais de este proyecto de Planes I del Programa de APOYO?
Después de hacer el proyecto con ICONG, nos hemos dado cuenta de todos los problemas que tenemos internos en la asociación y cómo solventarlos. Simplemente con eso ya tienes una visión diferente de cómo es la entidad. Muchas veces se hacían cosas por rutina, porque estaban instauradas y por que sí.
Por ejemplo, en esta situación del coronavirus, nos hemos reinventado y hemos implementado terapias de forma virtual. No hubiéramos pensado en esta nueva forma de trabajo si no fuera porque detectamos la necesidad.
Lo primero que tienes que hacer para implantar un sistema de calidad es detectar los problemas de la entidad. Una vez lo haces, los pones en su sitio y buscas la solución a cada uno de ellos, la entidad va evolucionando. Esto de traduce en cambios y mejoras para los socios, que es lo fundamental.
Además, hemos analizado todas las cosas que hacemos y que no ponemos en valor. Eso nos ha servido para darnos cuenta de que somos una asociación que está vertebrada y tiene muchas patas, pero en la que cada uno va por su camino. Nos ha ayudado a establecer nuestras fortalezas y potenciar nuestra visibilidad entre todos.
Ahora tenemos más información sobre la organización y hemos mejorado la estructura, registrando todo nuestro trabajo. Este registro nos da muchos datos sobre lo que estamos haciendo bien y también sobre los fallos que podemos solucionar.
¿Cómo ha mejorado vuestra entidad? ¿podrías mencionar algún aspecto concreto que haya cambiado radicalmente?
Diría que la comunicación interna entre los trabajadores, junta directiva y voluntarios. Antes cada uno hacía su trabajo y no había retroalimentación con otras áreas de actividad. Al haber esa comunicación interna, reuniones semanales explicando los problemas, pros y contras, hemos puesto solución a muchas cosas que antes se dejaban apartadas.
Además, esto son unos cimientos para una continua mejora de nuestra entidad, solo es el comienzo.
¿Qué les dirías a entidades que aún no han empezado este camino que habéis iniciado ya vosotros? ¿Qué recomendación les darías?
¡Que lo hagan! Nosotros, antes de empezar a implantar un sistema de calidad de ONG, intentamos implantar el ISO 9000, pero se quedó paralizado, nos costaba demasiados recursos…conocimos ICONG y ha sido fenomenal. Queremos seguir mejorando y que la asociación sea lo mejor posible
Creemos que toda asociación debería tener implantado un sistema de calidad, básicamente para conocerse y para sentar las bases de una mejora continua.
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