Esta experiencia de cambio nos hace mucho más capaces de transformar, pues sabemos que es posible.
Hablamos con María Llanos, miembro del consejo de administración de la asociación La Bolina, consultora y formadora en temas relacionados con el cambio organizacional, metodologías participativas y liderazgo, así como miembro de Ulex Project. Nos cuenta cómo ha vivido ella la pandemia y qué retos ha supuesto y supone para el sector social.
1) Si hicieras un DAFO de la situación pandémica que se ha vivido desde tu sector, ¿podrías nombrarme 3 oportunidades que han tenido lugar?
En mi opinión, esta pandemia nos ha conectado con lo esencial de la vida. Y en el trabajo esto ha evidenciado hábitos no necesarios, procedimientos redundantes que han cambiado cuando parecían inamovibles. Este momento ofrece una oportunidad para el cambio organizacional. Más ágiles, humanas, sostenibles, colaborativas.
La pandemia nos ha dado una experiencia de cambio, lo que parecía imposible, lo ha sido. Parar la economía, la ciudad, teletrabajar. Esta experiencia de cambio nos hace mucho más capaces de transformar, pues sabemos que es posible.
La incertidumbre se ha hecho presente en nuestras vidas y nos está obligando a aprender a entenderla y gestionarla. Parece ya irrefutable que vivimos en un mundo complejo, interconectado, volátil e incierto. Ahora es el momento de adaptar nuestras herramientas de trabajo y los modelos mentales desde los que actuamos.
2) ¿Qué tres aspectos destacarías de la corriente de solidaridad manifestada por la sociedad ante los efectos de la pandemia? ¿Se podrían consolidar?
Solidaridad a borbotones, emocional y emocionante que ha sido capaz de responder a necesidades a corto plazo pero que necesita de un análisis más profundo para responder más allá de la asistencia. Por ejemplo, ¿cómo revertir la crisis económica?, comprando local, apoyando al pequeño comercio. ¿Cómo apoyamos a nuestros sanitarios?, demandando sanidad pública de calidad. ¿Cómo aseguramos soberanía alimentaria?, apoyando a lxs pequeñxs agricultores.
Destacaría el trabajo de las organizaciones de base y su enfoque de apoyo mutuo. La solidaridad entre pares tiene un doble impacto empoderante al apoyar y pertenecer y satisfacer tus necesidades. Creo que hay mucho que aprender de estas organizaciones.
3) ¿Qué habilidad o competencia personal has desarrollado durante la pandemia y piensas mantener en el futuro?
Llevo con estas prácticas muchos años pero se han pronunciado durante la pandemia, concretamente la meditación. Me ayuda a estar presente, ser más responsiva, tener más paciencia y aceptación.
El síndrome de la importancia. Quizá enfrentarme a la fragilidad de la vida y la ambigüedad de la realidad, me ha hecho más humilde, no soy tan importante y eso me ayuda a centrarme en lo real, lo esencial.
He aprendido de mi familia sobre aceptación y unidad ante la muerte de mi abuela y abuelo.
4) Desde tu vivencia profesional, ¿qué valores organizacionales se han consolidado en esta situación de pandemia y cuáles has echado de menos?
Algunos patrones organizacionales que se han visibilizado en mi opinión son:
Control conflicto y estrés en la escasez. Debido al parón de actividades, nuestra sostenibilidad se vio afectada, es fácil que emerja estrés, conflicto y control, creando una tendencia hacia la verticalidad, cuando lo que más necesitamos es colaboración, participación y apoyo mutuo.
El control en las organizaciones se manifiesta tácitamente en procedimientos, fichar, reuniones de supervisión, evaluaciones. Hay una desconfianza estructural en el sector. En organizaciones la tendencia a controlar, ha llevado a la sobrecarga de trabajo, a la reunionitis y al burnout.
Es urgente comprender los modelos mentales bajo los que se construyen nuestras organizaciones para cambiarlos.
Debemos cuidarnos dentro en el trabajo. Compartir lo emocional. Aunque sea chocante al principio, estás prácticas tienen resultados muy positivos.
5) La comunidad, el entorno de las personas ¿crees que después de la pandemia es más o menos amable, accesible, cálida, inclusiva, acogedora…? ¿Hay más o menos capital social?
Es pronto para evaluar esto. Creo que influyen dos factores:
Ha sido un fenómeno que ha visibilizado el vacío del modelo de vida neoliberal, y a su vez nos ha conectado en valores y lo que es esencial. Creo que las personas sensibilizadas y organizadas han fortalecido redes de apoyo y valores y otras personas pueden sentir un vacío existencial. Para construir capital social es importante que ahora creemos espacios para la reflexión conjunta.
La polarización de la sociedad y la comunidad. Las formas de funcionar de Youtube, Google o Facebook influyen en nuestro pensamiento. Esto hace que cada vez nos acerquemos a extremos más radicales. Esto es un peligro para la cohesión social.
6)¿Qué vería un grupo de águilas sabias si miraran cómo estamos trabajando juntos, el Tercer Sector, ahora?
Qué pregunta tan sugestiva. Nos mirarían asombradas de cómo nos atacamos las unas a las otras mientras ellas vienen a por nosotras sin que nos demos cuenta.
7) ¿Cuál es la próxima pandemia que va a afectar al sector de las ONG?
La pandemia del miedo. El miedo es empleado hoy en día en política para controlar y adoctrinar, por las grandes compañías (y las farmacéuticas especialmente) para vendernos cosas, por los medios para subir el rating o comprar tu atención.
Esto tiene impactos directos en la violencia que vivimos, en la segregación del pensamiento y social. El miedo, los estados de shock crean sociedades manipulables y personas sin voluntad.
Hay que combatir esto con diálogo, reflexión conjunta y visibilidad.
8) ¿A qué retos debemos enfrentarnos las organizaciones sociales a corto y medio plazo? ¿Dónde necesitamos afinar y poner foco ahora?
Un reto fundamental es la resiliencia. Debemos repensar:
La escala. La mentalidad de economías de escala se ha colado en nuestro imaginario organizacional, atender a cuantas más personas mejor al menor costo. Esto ha creado: Organizaciones muy grandes cuyo prioridad es perpetuarse. La eficacia y eficiencia priman sobre la pertinencia y sostenibilidad, lo que hace que hagamos las cosas bien pero no necesariamente las buenas cosas.
Colaboración. La diversidad y la colaboración son características esenciales de la resiliencia. Debemos colaborar y, principalmente, trabajar con y apoyar a organizaciones de base, incluso económicamente. Las organizaciones pequeñas son ágiles e innovadoras. Este es el camino para la transformación del sector.
Reflexión. Necesitamos parar y mirar hacia dentro. ¿Cómo estamos trabajando?, ¿representan nuestros procedimientos y formas de hacer nuestros valores? ¿Cómo diseñar nuestras organizaciones para que haya coherencia, igualdad, inclusión y sostenibilidad?
Reconozcamos que la necesidad de competir por recursos hace que sea muy difícil producir estos cambios.
9) Dime algo que crees que va a ser diferente en nuestra sociedad después de este tiempo y algo que va a seguir siendo como era antes.
Creo que en nuestra sociedad, hemos experimentado vulnerabilidad, incertidumbre y esto ha sido un pequeño despertar frente a la naturaleza frágil, absurda y bella de la vida y un acercamiento a lo que es verdaderamente importante. Esto nos hará más presentes y resilientes, si dejamos que la experiencia nos transforme.
La vida virtual ha venido para quedarse. Esto puede suponer cambios importantes en la forma en que nos comunicamos, que somos y cómo estamos. Hay que prestar atención.
10) Cierra los ojos y pide un deseo para el Tercer Sector…
Coherencia, reflexividad y mucho apoyo mutuo. Es el momento de la transformación del sector. Y no tenemos que esperar a nadie. Continuemos.
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Sonsoles dice
Que acertadas las preguntas y que sabias las respuestas de alguien que sabe desde el conocimiento de la experiencia de lo que habla
Gracias por esta magnífica entrevista que nos ayuda a comprendernos mejor