La necesidad de cuidados comunitarios ha sido lo que nos ha movido, las cuestiones ideológicas han pasado a un segundo plano
Hablamos con Pepa Torres, Licenciada en Filología Hispánica y en Teología y Educadora Social. Forma parte del equipo de coordinación de la Red Inter Lavapiés, barrio en el que lleva militando más de 30 años. Nos cuenta cómo ha vivido y vive la pandemia desde su trabajo en esta zona de Madrid.
1)Si hicieses un DAFO de la situación pandémica que se ha vivido desde tu sector: ¿podrías nombrarme 3 oportunidades que han tenido lugar?
La mayor oportunidad que hemos tenido ha sido estar muy cerca y trabajar con la gente que está naturalizada con las crisis. Hablo de, por ejemplo, personas refugiadas o inmigrantes sin papeles. Esa capacidad inmediata de poner el cuerpo desde el primer momento, buscando alternativas de organización y de supervivencia comunitaria. Para nosotros, la mayor oportunidad ha sido volver a comprobar eso, que cuando estás cerca de la gente que vive al límite, ahí estalla la imaginación y las alternativas. Sobre todo, en lo que tiene que ver con lo más básico.
Además, volver a reconocer y a creer en los liderazgos de las personas migrantes. En sus propios saberes, la oportunidad de trabajar desde los saberes compartidos.
2) ¿Qué tres aspectos destacarías de la corriente de solidaridad manifestada por la sociedad ante los efectos de la pandemia? ¿Se podrían consolidar?
La agilidad en la respuesta, la hibridación entre nuevos sujetos o colectivos y otros con raíz en los propios territorios. En tercer lugar, destacaría que la necesidad de cuidados comunitarios ha sido lo que nos ha movido, pasando a un segundo lugar las cuestiones ideológicas.
Al principio yo era bastante optimista en la posibilidad de consolidación de este tejido. Ahora lo soy menos porque por un lado hemos pasado de una situación de emergencia, a una situación en la que hay que exigir políticas públicas y demandas estructurales. A la hora de priorizar ahí sí empiezan a surgir debates internos y diferencias ideológicas, lo que dificulta la consolidación.
3) ¿Qué habilidad o competencia personal has desarrollado durante la pandemia y piensas mantener en el futuro?
Quizá lo que más he aprendido es qué es lo importante y qué es lo que no importa en absoluto. Temáticas, colectivos, alianzas, situaciones… que en otro momento generarían importantes debates y ahora me he dado cuenta de que son ridículas y que hay que poner la fuerza en lo esencial.
4) Desde tu vivencia profesional, ¿qué valores organizacionales se han consolidado en esta situación de pandemia y cuáles has echado de menos?
Yo creo que se destacó todo lo que tiene que ver con poner en el centro los cuidados comunitarios de la gente más vulnerada, más allá del cuidado individual o del protagonismo de la propia entidad. Sin embargo, se va perdiendo esa falta de protagonismo de los colectivos, parece que ahora vuelve a importar la imagen, quién sale en la foto o quién interlocuta.
Además, algo bueno que creo que se ha recuperado tras la pandemia es la parte más política, en una situación en la que la pandemia se llama pobreza y desigualdad, es importante que se relativice la cuestión de la asistencia para entrar en una dinámica más política. Ese pedir responsabilidades políticas.
5) La comunidad, el entorno de las personas ¿crees que después de la pandemia es más o menos amable, accesible, cálida, inclusiva, acogedora…? ¿Hay más o menos capital social?
Es difícil de decir, porque esta crisis ha agotado, desde el punto de vista de la salud y de la economía, a mucha gente. Ha dejado a muchas personas sin posibilidades reales de batallar. Creo que el tejido social está cansado, aunque tiene ganas y motivos para luchar, pero está agotado.
Hay nuevos sujetos, gente distinta, que trae menos cansancio, pero te diría que no hay más capital social. Lo que hay es mucho más cansancio, tanto político como solidario.
6)¿Qué vería un grupo de águilas sabias si miraran cómo estamos trabajando juntos, el Tercer Sector, ahora?
Nos vería todavía demasiado en nuestros grupos, en nuestros guetos. Aunque también vería que vamos y venimos de la sectorización a espacios amplios, sobre todo donde hacemos exigencias reivindicativas, pero que volvemos a nuestro sector. Creo que también vería a muchas mujeres muy polivalentes, y creo que seguiría viendo muchos hombres tomando decisiones.
7) ¿Cuál es la próxima pandemia que va a afectar al sector de las ONG?
Yo creo que el tema de los cuidados de quienes estamos en esto es muy importante. Percibimos que la gente está muy cansada y no hay demasiado relevos. Militancias, activismos o trabajos que duran un tiempo, donde la gente da lo mejor, pero se sostiene poco. Porque es duro, porque no esta bien reconocido y es un trabajo muy quemante o porque son situaciones provisionales de la gente.
También me preocupa mucho caer en una dinámica meramente asistencial.
8) ¿A qué retos debemos enfrentarnos las organizaciones sociales a corto y medio plazo? ¿Dónde necesitamos afinar y poner foco ahora?
Me parece importante no ser utilizados por las administraciones. No dejar de tener un papel político, reivindicativo, de empoderamiento de los colectivos. No suplir las ausencias, los vacíos ni las responsabilidades.
El reto también de hacer un trabajo político con la ciudadanía, frente a los bulos, frente a políticas cada vez más conservadoras, más racistas…
Otro reto es el de favorecer la auto organización de los propios colectivos, tanto de los colectivos migrantes como el de las personas que se han mantenido por las despensas solidarias, cómo buscar alternativas más comunitarias. Tanto para conseguir ingresos, como para que sean ellos mismos quienes se organicen y no dependan de estas iniciativas.
9) Dime algo que crees que va a ser diferente en nuestra sociedad después de este tiempo y algo que va a seguir siendo como era antes.
Creo que va a haber una polarización muy fuerte entre quienes realmente creemos que solo vamos a subsistir y vivir y ser felices desde lo colectivo, desde poner los cuidados y la vida en el centro, y eso hacerlo en común. A aquellos que van a vivir desde el sálvese quien pueda y que de alguna manera se están ya enriqueciendo con esta crisis post Covid.
10) Cierra los ojos y pide un deseo para el Tercer Sector…
Que hagamos un trabajo de más incidencia política y que podamos hacerlo a largo plazo. Que las personas que estamos en esto tengamos unas condiciones menos precarias, tengamos mas autocuidados, seamos más reconocidos, podamos poner en marcha nuestras creatividades menos al límite y de una forma más cuidada.
Y que en el Tercer Sector haya más diversidad cultural y las mujeres tengamos más responsabilidades y que éstas sean reconocidas.
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